Flores y plantas venenosas para perros
Debemos vigilar no dejar al alcance de nuestros perros estas plantas:
Colchicum autumnale, también conocido como narciso de otoño o mataperros: Es extremadamente tóxica y causa vómitos severos, daños en el hígado y los riñones, insuficiencia respiratoria... Los síntomas pueden no aparecer de inmediato.
Azalea: Si un perro come tan sólo unas pocas hojas le puede producir diarrea y vómitos. Si no recibe atención veterinaria, podría incluso entrar en coma y morir.
Cyclamen: Las raices son particularmente peligrosas. Pueden causar vómitos severos e incluso la muerte.
Kalanchoe: Pueden causar vómitos, diarrea y arritmia cardíaca.
Lilium: Hay diversos tipos de Lilium, algunos sólo causan irritación en la boca, lengua y esófago (Calas, Alstroemeria y Spathiphyllum)
Hay otra serie de ellas que son extremadamente peligrosas para los gatos, no para los perros: Lilium catesbaei, Asiáticas y Lilium speciosum
Adelfas: Las hojas y flores de las adelfas, una planta que se encuentra por doquier en Andalucía, incluso en las autopistas, son tóxicas. Causan vómitos severos, ralentizan el pulso e incluso pueden ser mortales.
Dieffenbachia: Irritación en la boca, nausa, vómitos y también dificultad para tragar.
Narciso: Estas flores tienen licorina, un alcaloide cristalino tóxico: causa diarrea, vómitos, dolores e incluso arritmias. Es importante acudir al veterinario para evitar males mayores.
Lirio de los valles (Convallaria majalis): Los fans de Breaking Bad ya lo sabrán, el lirio de los valles puede resultar extremadamente venenoso. En los animales puede causar vómitos, diarrea, arritmias severas e incluso convulsiones. Es crucial acudir a un veterinario.
Palmera Sagú: Las hojas y las semillas causan vómitos, sangre en las heces, daños al estómago, fallos hepáticos severos y, en ocasiones, incluso la muerte.
Tulipanes y Jacintos: La toxicidad de estas plantas se concertra en los bulbos así que es importante que vuestros perros no los desentierren en el jardín. En el caso de que los muerdan pueden sufrir irritación de la boca y el esófago, lo que se traduce en un babeo excesivo, vómitos o diarrea.
